martes, 27 de julio de 2010

Radiografía de las presidencias argentinas



Este informe especial de "Secreto Cero" revela el predominio de militares y abogados entre los primeros mandatarios. Como también el impresionante peso específico de la provincia y la Ciudad de Buenos Aires a la hora de colocar más de 6 de cada 10 en el Sillón de Rivadavia. Cuál es la edad promedio de los que cruzaron la puerta de Balcarce 50, la ausencia de medio país en el máximo sitial y los tercios que parten la historia entre castrenses, peronistas y radicales. Todo eso y mucho más.

 
Por Gabriel Michi 





Hubo noches, largas noches. Y también algunos días soleados, más allá de algunas nubes. O de que esas nubes después se transformen en tormentas. La historia argentina fue cíclica. Pero siempre, las sombras de la oscuridad estuvieron al acecho.

Las botas se adueñaron del poder de todos. Perpetuaron ese sino a través de gobiernos afines y con fantasmas sobre los que no lo eran. Pero no pudieron contra la voluntad mayoritaria de vivir en democracia. Algo que asomó en un principio, luego fue sofocado y asfixiado, intentó salir a la superficie en varias oportunidades, fue nuevamente sofocado y asfixiado, hasta que al final llegó para quedarse con la fuerza de lo insoslayable.


Así y todo, la historia habla por sí misma. Una radiografía de las Presidencias que supimos concebir –o padecer- desde la instauración del sufragio secreto universal en 1916 (en realidad no tan universal porque las mujeres recién pudieron votar en el segundo mandato de Juan Domingo Perón), elaborada por “Secreto Cero”, deja colar algunos aspectos de nuestra vida cívica (Ver gráfico completo al final de la nota).


Aclaración: la enumeración de todas las Presidencias que gobernaron la Argentina desde 1916 hasta la fecha no significa igualar las que fueron legítimamente elegidas por el voto popular con aquellas dictaduras atroces que tanto dañaron al país. Tampoco se pretende medir con la misma vara aquellos mandatos formales con los que fueron simples interinatos. Es tan sólo un raconto de la película que nos toco vivir.


En principio hay que decir que –desde 1916, con el fin del “voto calificado” a partir de la instauración de la Ley Sáenz Peña- la historia argentina se partió en tres tercios:

- Uno gobernado por los militares y sus aliados (los conservadores que “ganaron” elecciones fraudulentas durante la “Década Infame”).


- Los radicales (sumados la Unión Cívica Radical tradicional –de Hipólito Yrigoyen y Raúl Alfonsín-, la Antipersonalista -de Marcelo Torcuato de Alvear-, la Del Pueblo –de Arturo Illia- y la que se unió al Frepaso para formar la Alianza –con Fernando De la Rúa a la cabeza- y la Unión Cívica Radical Intransigente –de Arturo Frondizi, aunque en este caso lo hizo para enfrentar a su partido de origen y logró parte del voto peronista que estaba prohibido-.


- Y los peronistas (desde Juan Domingo Perón en sus tres Presidencias, hasta aquellos que le hicieron el aguante en los ’70 -Héctor Cámpora y Raúl Lastiri-, su propia viuda -María Estela Martínez de Perón-, la extraña interpretación de Carlos Menem, la sucesión de intineratos (Ramón Puerta, Adolfo Rodríguez Saá, Eduardo Camaño y Eduardo Duhalde), hasta el kirchnerismo.



Así nuestra historia reparte 33 años para los militares y sus aliados (22 de facto y 11 con las elecciones fraudulentas de los conservadores), 31 años para el peronismo y 30 para el radicalismo (en realidad 25 para la UCR y 5 para la UCRI de Frondizi)




¿Cómo se repartieron esas cuotas de poder? En 15 Presidencias militares, 14 Presidencias peronistas, 6 radicales, 3 que correspondieron a los conservadores que gobernaron en la Década Infame y 2 de la Unión Cívica Radical Intransigente que, como se dijo, no fue exactamente una expresión del radicalismo. En total, desde 1916 hasta hoy, hubo 40 Presidencias. Antes habían existido otras 16, pero con configuraciones institucionales bien diferentes.


También, en términos genéricos hubo 63 años de Presidencias civiles (incluyendo a Perón), 22 años de Presidencias militares y 11 de gobiernos civiles fraudulentos, apoyados por los militares y/o liderados por uno de ellos (Justo).



Finales


Pocos gobiernos elegidos democráticamente tuvieron la oportunidad de terminar sus mandatos: Yrigoyen (en su primer mandato) y Alvear fueron los únicos dos casos del radicalismo. No pudieron hacerlo el propio Yrigoyen en su segundo mandato, como tampoco Arturo Illia, Raúl Alfonsín (se tuvo que ir seis meses antes) y Fernando De la Rúa.


En tanto, en el Justicialismo, los que sí terminaron sus presidencias fueron Juan Domingo Perón (sólo en su primera oportunidad), Carlos Menem (dos veces) y Néstor Kirchner. Perón no pudo culminar su segunda presidencia por el Golpe de Estado del ’55 y la tercera porque murió en el ejercicio del poder. En tanto, Cámpora y Lastiri renunciaron para dejarle paso al líder y su viuda, María Estela Martínez de Perón, cayó con el Golpe de Estado de 1976. Por su parte, la sucesión pos crisis de 2001 no cuenta ya que sólo fueron sucesiones provisionales (Puerta, Rodríguez Saá, Camaño y Duhalde).


Tampoco pudo concretar su mandato Arturo Frondizi, de la Unión Cívica Radical Intransigente.


Sí lo hizo el gobierno fraudulento de Agustín P. Justo.


O sea que, de los gobiernos que fueron elegidos por el voto sólo culminaron 2 radicales, 4 justicialistas y 1 fraudulento. Sólo 7 en total y sólo 6 legítimos en 94 años.


Hubo 4 gobiernos radicales (incluyendo el de la Alianza) que fueron elegidos y no terminaron el mandato, como también la gestión del UCRI. Y 2 presidentes peronistas no pudieron cumplir su mandato por golpes de Estado (habría que sumar los otros 8 que tampoco concluyeron pero por características diferentes).



Cuestión de origen


En esta radiografía que analizó “Secreto Cero” es interesante también ver el origen de los presidentes que supimos concebir (o que nos impusieron). La Argentina, lejos de ser un país federal como propugna su Constitución, parece ejemplificada en la preponderancia de presidentes nacidos en la Ciudad y en la Provincia de Buenos Aires. A tal punto que, tomando todas las Presidencias argentinas desde 1916 –voto secreto universal masculino- el 62,5% fueron con personas nacidas en esos distritos (27,5% porteños y 35% bonaerenses. Quedando sólo el 37,5% para el resto de los 22 distritos del país. En realidad para 10, porque hubo otras 12 provincias –la mitad- que nunca pudieron ver a un conciudadano en la Casa Rosada. En números concretos sería así:


- 14 Presidencias de bonaerenses (12 presidentes distintos y 2 veces repitió Perón)

- 11 Presidencias de porteños (10 de presidentes distintos y 1 repetición de Yrigoyen)

- 3 Presidencias de riojanos (2 de presidentes distintos y 1 repetición de Menem)

- 2 Presidencias de entrerrianos.

- 2 Presidencias de cordobeses.

- 2 Presidencias de puntanos.

- Y una presidencia para Salta, Catamarca, Santiago del Estero, Corrientes, Misiones y Santa Cruz.

Es decir que, de un total de 24 distritos, sólo la mitad pudo poner a un/a presidente/a en la Casa Rosada. Doce provincias aún no han podido traspasar el umbral de Balcarce 50 para sentar a un nativo propio en el Sillón de Rivadavia.


Además del centralismo innegable de la Capital y la Provincia de Buenos Aires, se ve una clara preponderancia en el resto de las provincias del Norte: 9 Presidencias para el NOA y el NEA, 3 para el Cuyo, 2 para la región centro (Córdoba) y sólo 1 para el Sur.


Es llamativo que no haya habido presidentes surgidos de otros distritos con un peso específico propio (por su cantidad de población) como Santa Fe, Mendoza y/o Tucumán.


Desde la referencia institucional vale decir también que:


- La provincia de Buenos Aires aportó 8 presidencias civiles (incluyendo las tres de Perón) y 6 militares.

- La Ciudad de Buenos Aires llevó a la Rosada 6 presidencias civiles (con una repetición de Yrigoyen), 4 militares y 1 cívico-militar fraudulenta.

- La Rioja alcanzó tres presidencias civiles (con la repetición de Menem)

- De Córdoba llegó un gobierno civil y uno militar.

- Ente Ríos tocó la Primera Magistratura con un presidente militar y un gobierno cívico-militar fraudulento.

- San Luis pudo cruzar Balcarce 50 de la mano de un presidente civil y otro militar.

- Salta y Santiago del Estero sólo lo hicieron a través de sendos militares. Y Catamarca lo hizo con un solo presidente de un gobierno cívico-militar fraudulento.

- En tanto, Corrientes, Misiones y Santa Cruz lo concretaron con presidentes civiles.




*Incluye los tres gobiernos de Perón y las repeticiones de Yrigoyen y Menem.




En la lista de paradojas también está que personalidades bien diferentes –por convicciones e ideología- hayan surgido de un mismo pueblo o ciudad pequeña. Tal es el caso del peronista Héctor Cámpora –hombre de pensamiento claramente progresista- que nació en la misma ciudad –Mercedes, provincia de Buenos Aires- que uno de los peores dictadores que tuvo la Argentina: Jorge Rafael Videla.


Algo similar ocurre con el presidente del retorno democrático de 1983: el radical Raúl Ricardo Alfonsín es oriundo de Chascomús –también en la provincia de Buenos Aires-, al igual que un fugaz dictador que tuvo la Argentina –tan fugaz que muchas veces no se considera que haya llegado a estar en la Presidencia de la Nación- como fue Alfredo Saint Jean, ex ministro del Interior de Leopoldo Fortunato Galtieri, y que lo reemplazó por 13 días cuando renunció tras la derrota en la Guerra de Malvinas. Fue sólo un interinato, hasta la llegada de Reynaldo Bignone.





De profesión….


Otro de los análisis que hizo “Secreto Cero” se refirió a la profesión de los presidentes que accedieron a la Primera Magistratura. Hubo 16 presidentes militares, sin contar las 3 Presidencias de Perón que era militar pero llegó por los votos (serían 19 si se los sumase). Las Presidencias encabezadas por abogados alcanzan las 15, 13 de diferentes presidentes y 2 que repiten mandato (Yrigoyen y Menem). También hubo un médico (Arturo Illia), un odontólogo (Héctor Cámpora), un administrador (Raúl Lastiri), una bailarina (María Estela Martínez de Perón), un ingeniero vial (Ramón Puerta) y uno que no tiene ningún título (Eduardo Camaño).


Otro dato: todos los presidentes cursaron sus estudios universitarios o militares en instituciones públicas (Universidad de Buenos Aires, Universidad de La Plata, Universidad de Córdoba y, obviamente, los institutos militares). Todos, menos uno: la excepción a la regla fue el fugaz Ramón Puerta, que se recibió de ingeniero vial en la Universidad Católica Argentina.




Cuestión de género y desigualdad


Los hombres votaron en 17 elecciones presidenciales (en las que resultaron ganadores Yrigoyen, Alvear, Yrigoyen, Justo, Ortiz, Perón, Perón, Frondizi, Illia, Cámpora, Perón, Alfonsín, Menem, Menem, De la Rúa, Kirchner y Fernández de Kirchner)


Trece de esas 17 votaciones presidenciales fueron sin restricciones para los hombres. Dos fueron fraudulentas con obstáculos para poder elegir a la UCR (Justo y Ortiz) y dos con la proscripción del peronismo (Frondizi e Illia)


Así, durante su vida electoral, el hombre argentino transitó 73 años, 52 de esos fueron “puros” (sin restricciones sobre a quién votar), 11 con proscripciones contra la UCR, 8 con proscripciones al Justicialismo y 2 en la carambola política que transcurrió entre finales de 2001 y comienzos de 2003.


En tanto, las mujeres –que sólo pudieron votar tras la iniciativa de Eva Duarte de Perón- sufragaron en 11 elecciones presidenciales (en las que resultaron ganadores Perón, Frondizi, Illia, Cámpora, Perón, Alfonsín, Menem, Menem, De la Rúa, Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner).


De esas 11 veces que eligieron presidente, en dos ocasiones estuvo proscripto el peronismo (Frondizi e Illia).


Durante su vida electoral, las mujeres pudieron ver 44 años de democracia: 34 años puros (sin restricciones partidarias), 8 con el PJ proscripto y 2 en la sucesión institucional que se dio entre 2001 y 2003.


Cabe decir que en toda la historia argentina, hubo sólo dos presidentas mujeres, María Estela Martínez de Perón y Cristina Fernández de Kirchner, pero sólo esta última llegó por el voto hacia ella.



Y de edades….


Pareciera que la edad promedio para acceder a la Presidencia de la Nación se ubica pisando los 57 años. En la Argentina hubo sólo dos presidentes que llegaron al poder con menos de 50 años (Martínez de Perón -42- y Frondizi -49-), una enorme mayoría que lo hizo en la franja de los 50 a los 59 (28 en total), luego le siguieron los 8 casos de presidentes que alcanzaron el poder en la franja de los 60-69 y sólo dos que tenían más de 70: Hipólito Yrigoyen en su segunda presidencia (76) y Juan Domingo Perón en su tercera (tenía 78 y fue el único que falleció durante el ejercicio de su mandato).




En conclusión, la historia argentina parecería decir que si usted quiere se presidente de la Nación tendrá muchas más posibilidades si tiene 57 años, si nació en la provincia o en la Ciudad de Buenos Aires, si es hombre, si es abogado –excluyamos a los militares que ya sabemos cómo llegaron- y si cursó sus estudios en una institución pública. El resto, deberá remarla más. Pero ese parece ser el deporte más común entre los ciudadanos argentinos que no han tenido la misma suerte que el puñado de privilegiados que alcanzaron ese sitial.



 



4 comentarios:

  1. Excelente trabajo colega. ¿Seguimos siendo un país unitario? ¿Habrá información sobre cómo se modificaron los resultados electorales a partir del voto de la mujer?

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  2. Muchas gracias, Analía. En principio hay que ver los números. Sin duda esta decisión tuvo un alto impacto en la segunda elección de Perón. Voy a ver si encuentro números precios. Gabriel

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  3. Que trabajo tan minucioso! Es información disponible pero solo se la puede valorar cuando alguien se toma el trabajo de sistematizarla y pasarla en limpio, como hiciste vos. Es una práctica profesional imprescindible para que el periodismo se aleje de las especulaciones y hable en firme. Daniela

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  4. Muchas gracias, Daniela. Fue un trabajo arduo, pero creo que puede servir para orientarnos en nuestra tan accidentada historia. Gabriel

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