viernes, 7 de octubre de 2011

Un día en el Equipo Argentino de Antropología Forense (Primera Parte)



Cómo es el trabajo de este grupo de especialistas que, desde Argentina, han proyectado su saber al mundo. Lograron identificar a más de 400 desaparecidos en el país y muchos más en otras geografías. Su tarea, su misión y su ciencia en favor de encontrar esas piezas que aún faltan dentro del rompecabezas del dolor. Aquí el video.

Por Gabriel Michi




Las huellas que ellos rastrean hablan de lo más oscuro de la historia argentina. Sus ojos, su ciencia, sus talentos sirven para reconstruir identidades de personas y de un país que supo de infiernos como pocos. El Equipo Argentino de Antropología Forense es un ejemplo criollo que ha trascendido fronteras y silencios. Su saber fue consultado por más de 40 países deseosos de echar luz, allí donde sólo había sombras.  Y donde la Argentina marcó un camino.


Así lo cuenta, Luis Fondebrider, titular de la organización: “El Equipo Argentino de Antropología Forense es un organismo privado de carácter científico y sin fines de lucro que se forma en 1984 ante la necesidad de brindar una alternativa forense independiente a los familiares de los desaparecidos de la última dictadura militar en la Argentina que querían saber qué había pasado con sus seres queridos”.



Bajo la dirección del antropólogo norteamericano Clyde Snow, el Equipo comenzó su trabajo en distintas exhumaciones en cementerios del Gran Buenos Aires en aquellos primeros pasos democráticos. 


Debieron trabajar sobre esos lugares donde la Justicia había comenzado a investigar pero donde se venían utilizando mecanismos no científicos como palas mecánicas o sepultureros, que intentaban exhumar cientos de cuerpos pero que los iban destruyendo.



"Por eso era necesario encontrar una alternativa científica profesional que pudiera realizar estos trabajos con técnicas adecuadas, para poder dar una respuesta concreta y seria a los familiares”, asegura Fondebrider.


En ese contexto, con el comienzo de los juicios a los comandantes de la Junta militar, comenzaron los resultados que le dio evidencia científica a las atrocidades que se iban conociendo. El rompecabezas de dolor comenzaba a tener certezas. Y sus resultados se proyectan hasta hoy.



“En la Argentina hemos identificado, en 28 años de trabajo, cerca de 460 cuerpos de personas desaparecidas. Todavía quedan, por lo menos hasta el día de hoy, unos 700 u 800 cuerpos por identificar, lo que es un proceso muy lento y complejo porque nosotros trabajamos con huesos, no con un cuerpo fresco donde hay huellas digitales, una cara, cicatrices, sino que es mucho más complejo el proceso de identificación científico de identificación”, explica el titular del EAAF.


Con un plantel de 55 integrantes, el Equipo de Antopología Forense cuenta con oficinas en varios puntos del país e incluso en el exterior. La experiencia multidisciplinaria ha colocado a esta organización a la vanguardia del mundo en su disciplina.





Según cuenta Fondebrider, “el Equipo está conformado por profesionales que vienen de diferentes áreas, pero principalmente de la arqueología, la antropología, la informática, la biología, con un enfoque multidisciplinario en un área muy especializada que tiene que ver no solamente con recuperar un esqueleto en una sepultura adecuadamente y analizarlo, sino también con realizar una investigación histórica mucho más amplia para saber cómo pudo llegar esa persona a una sepultura determinada”.




Un día en el trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense significa sumergirse en el pasado, con técnicas del presente, para tener un mejor futuro.





Así lo describe Fondebrider: “Puede ser que un día sea estar entrevistando gente todo el día, o leyendo un expediente judicial de hace 30 años, o haciendo cruces de datos a través de la informática con listas de personas desaparecidas, con hallazgos de cadáveres en periódicos de la época, con el libro del cementerio. Otras veces puede ser pasándose el día tomando muestras de sangre a familiares o a veces puede ser estar exhumando en un cementerio o afuera de un cementerio: hay colegas del Equipo que, por ejemplo, están hace tres meses escavando una fosa muy grande en la provincia de Tucumán. Entonces, dentro de la rutina no es rutinario: varía constantemente lo que pasa cada día”.



En esa no rutina, se va reconstruyendo la vida de personas. Y la vida de un país. Se devuelve la identidad de unos y otros. Se hace justicia y se reescribe la historia.


"Yo creo que el aporte que hace el Equipo a la historia argentina tiene que ver con la micro-historia, en el sentido de que nosotros trabajamos para recuperar la identidad de una persona que fue desaparecida, que se intentó borrar su identidad. Y lo que nosotros hacemos es devolverle y darle el nombre que siempre tuvo a un cuerpo es un poco que esa persona cuando despareció estaba viva, tenía sueños, esperanza, proyectos y que le fueron quitados. De alguna manera, a través del trabajo se lo reinserta en esa historia”, señala el titular del EAAF.





Pero todo trabajo científico tiene necesidades. Y, en este caso, la búsqueda apunta a buscar las piezas que faltan de un rompecabezas doloroso pero necesario.





Fondebrider lo señala de esta manera: “Las necesidades más importantes tienen que ver con que se acerquen más familiares a dar muestras de sangre. Nosotros tenemos todavía 800 esqueletos sin identificar y tenemos unas 7.500 muestras de sangre (que representan unas 3.000 familias). Faltan muchas más familias que se acerquen a dar sus muestras de sangre de diferentes maneras. Obviamente no es garantía que con las muestras de sangre vamos a identificar a un ser querido, pero si vamos a poder avanzar mucho más rápido y dar respuestas muy concretas a los familiares. Esa es la necesidad básica”.



En el próximo informe vamos a conocer cómo este equipo de especialistas argentinos logró que las miradas del mundo se depositen sobre ellos y demanden su saber en sus propias tragedias.















Agradecimientos: Documental "Tras los pasos de Antígona" - Productora Witness - EAAF
Documental "El último confín" - Productora Mambo - EAAF

No hay comentarios:

Publicar un comentario