miércoles, 22 de septiembre de 2010

Historia de un asesino



La "prisión domiciliaria" otorgada al policía Gustavo Prellezo, ejecutor de José Luis Cabezas, cierra el círculo de impunidad. En las calles o en sus casas, estos criminales son una amenaza para todos. Y profundizan una herida en la familia del fotógrafo, en quienes fuimos sus compañeros y en la sociedad toda. La historia de un delincuente peligroso y de cómo se movieron las fichas para el peor atentado contra la libertad de expresión desde el retorno democrático. 

Por Gabriel Michi